La primera impresión del espacio fue fuerte, se trataba de ver las posibilidades que tenía un espacio de oficinas, lleno de mamparas y muebles en desuso, para transformarse en vivienda.

El programa era impreciso y se fue elaborando poco a poco, parecía que solo se necesitaba un lugar para dormir. El cliente quería conservar la estética de lugar de oficinas. A mí la idea me gustaba, puesto que las vigas y los pilares metálicos marcaban mucho el espacio. También pensamos que no podía renunciar a tener la máxima superficie de tierra visto, puesto que así conservaríamos la idea de loft.

En la primera propuesta apareció un invernadero dentro de la vivienda, a fin de que las pequeñas ventanas se convirtiesen en una grande entrada de luz, esta idea cautivó al cliente. Esta propuesta se ligó a una idea cromática contundente. Se quería trabajar con colores oscuros: negro con azul, negro con verde, negro con marrón y el negro intenso. El cliente supo resumir esta idea cromática oscura de fábula: "Si tienes duda: Batman". Así, poco a poco se fue definiendo el interiorismo, muy personal y ligado al usuario.

El protagonista era el espacio, que es el verdadero lujo de este siglo. Espacios donde las funciones se mezclan, se superponen y se disgregan. Espacios generosos donde cabe todo.

En el proyecto predomina el espacio vacío, a través de un recibidor verde oscuro con un pavimento natural de coco se sale al gran espacio, donde aparece la sala como elemento principal.

La cocina se sitúa en un lateral, se diseña como un gran mueble negro, con una generosa superficie de trabajo continúa, higiénica, pero rugosa. Junto a la cocina hay camuflada una habitación de servicio.

Pasando por un pasillo estrecho y verde oscuro, con unas luminarias recuperadas con diferentes colores, se llega al dormitorio principal. Este es de grandes dimensiones y con unas buenas vistas a la calle, se conecta con el vestuario y el baño disgregado, donde destaca una amplia ducha. Todo el baño está revestido con un mármol oscuro.

Hay un juego de colores en el baño de cortesía, se juega con el verde y el naranja y se coloca un divertido papel en la pared del espejo.

El pavimento de madera de roble irregular da continuidad a toda la vivienda. También hay que destacar que muchas instalaciones son vistas y tienen un control domótico que hace que la vivienda se adecue perfectamente a los ritmos del usuario.