CASA VILANOVA. Barcelona (2008)

El edificio de nueva construcción entre medianeras está situado en la calle principal del núcleo antiguo del barrio de Sarriá de Barcelona. La legislación urbanística del Casco Antiguo permitió hacer un edificio de planta baja y tres alturas, imponiendo unos parámetros de composición, color y materiales en fachada. El proyecto se trabajó con una actitud respetuosa con el entorno urbano.

El edificio se proyectó como vivienda para una familia de cuatro miembros, con muchas ganas de conquistar este espacio que prometía ser muy vertical. La reducida dimensión del solar fue punto de partida y al mismo tiempo un reto que nos llevó a aprovechar y estudiar la funcionalidad o el posible uso de cada milímetro.

Cada planta tiene un uso en concreto, como zona de ocio, zona de descanso o zona de instalaciones. Tenía que haber espacio para todo, espacios de padres, de hijos, de compartir, de comer,… El patio interior se situó en la parte posterior de la vivienda para dar luz a todas las plantas, compensar la estrechez y profundidad de la parcela y permitir una buena ventilación. La circulación interior de la vivienda es básicamente vertical, la escalera se sitúa en el centro de la planta, en un punto medio entre fachadas.

La escalera es la verdadera protagonista del proyecto. Se buscaba una escalera en la que, al subir, se percibiera el movimiento del ascenso hacia la luz. Para ello se diseñó un pasamanos tratado como un elemento flexible, compuesto por perfiles metálicos verticales, que anclados de forma alternada a los peldaños ligeros que permitían el paso de la luz cenital. Parece que al subir te muevas entre lianas de Tarzán.

La escalera conformada por una estructura portante de pletina de acero cortado al láser, huellas de base de chapa de acero para apoyar los peldaños de huella de madera de roble y descansillos de vidrio transparente texturizado.

A pesar de ser una vivienda vertical, se ha intentado que cada una de las plataformas horizontales tuviera una vida propia y transmitiera una sensación de espacio completo. Aprender a vivir en vertical, un reto para esta familia. Pero estamos convencidos de que el espacio creado ayudará a que le encuentren la parte positiva a esta verticalidad.